¿Qué es La Divina Misericordia?
El mensaje no es nada nuevo, es sólo un recordatorio de lo que la Iglesia siempre ha enseñado: que Dios es misericordioso, que Él perdona, y que nosotros
también debemos ser misericordiosos y perdonar.
Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje asume un nuevo enfoque poderoso, ya que nos llama a una comprensión más profunda de que el amor de
Dios no tiene límites y que está disponible a todos, especialmente al pecador más grande: Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi Misericordia (Diario,
723).
Algunos de los elementos de este nuevo enfoque incluye una imagen sagrada del Salvador Misericordioso, varias oraciones nuevas y una abundancia de promesas.
Pero los elementos principales son: la confianza y las obras de misericordia.
La historia del origen y de la difusión del mensaje de la Divina Misericordia y de su devoción por todo el mundo, resulta ser fascinante. Comprende
apariciones y revelaciones extraordinarias, respuestas milagrosas a oraciones, una escapada dramática de una Polonia devastada por la guerra, una prohibición temporal del culto por la Iglesia y
el fuerte apoyo del Papa Juan Pablo II, que muy probablemente será llamado por los historiadores "el Papa de la Misericordia."
Las tres "S" de la Misericordia
El mensaje de la misericordia es que Dios nos ama, nos ama a todos, sin importar la magnitud de nuestros pecados. Dios quiere que reconozcamos que Su
misericordia es más grande que nuestros pecados, para que podamos invocarlo a Él con confianza, recibir Su misericordia y dejar que ésta fluya a través de nosotros hacia los demás. Así, todos
llegaremos a compartir Su alegría. Es un mensaje que siempre podemos tener presente sencillamente al acordarnos de la letra "S", como el "Señor."
Solicite misericordia
Dios quiere que nos acerquemos a Él orando sin cesar, arrepintiéndonos de nuestros pecados y pidiendo que Él derrame Su misericordia sobre nosotros y el
mundo entero.
Sea misericordioso
Dios quiere que recibamos Su misericordia y que la dejemos fluir a través de nosotros hacia los demás. Quiere que demos amor y perdón a otros, como Él nos lo
da a nosotros.
Sin cesar confíe completamente en Él
Dios quiere que sepamos que las gracias de Su misericordia dependen de nuestra confianza. Cuanto más confiemos en Jesús, tanto más
recibiremos.
Oración para obtener la Divina Misericordia
¡Oh Dios de gran misericordia! bondad infinita, hoy toda la humanidad clama, desde el abismo de su miseria, a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios; y
grita con la potente voz de la miseria. Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes
que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, anticípanos Tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente Tu santa
voluntad a lo largo de nuestras vidas y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza,
como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que conoces sólo Tú. Y a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra
esperanza; a través de Su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos en el cielo (Diario de Santa Faustina, 1570).